miércoles, 10 de abril de 2013

Rafael Reig: Hotel Kafka


‹‹Me interesaba crear una voz narrativa, un yo que fuera ficticio (no es exactamente como yo), pero muy verosímil (se parece mucho a mí). Y me interesaba recuperar algo de la frescura de la Ilustración, como Montaigne, una constelación de memorias, ensayo, erudición, humor, cotilleo, crítica, panfleto político, diatriba, lirismo y prosa gamberra, todo revuelto y con la máxima libertad. Estos dos objetivos, en la medida en que se han cumplido, me han traído muchos problemas (los lectores creen que soy yo y se toman todo al pie de la letra) y muchas alegrías (frente a la solemnidad y el encasillamiento, muchos lectores sintonizan con lo que Cervantes llamaba la "escritura desatada")››.

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